miércoles, 16 de enero de 2008

sabio

"El hombre más sabio que conocí no sabía leer ni escribir. Era mi abuelo materno, y aunque analfabeto era un sabio en su relación con el mundo. Era pastor y había armonía en cada palabra que pronunciaba. Era una pieza en el mundo. No era apático, ni resignado, tenía que ver directamente con la naturaleza: un ser humano directamente conectado con la naturaleza, como los árboles de su huerto, de los cuales se despidió cuando tuvo que viajar a Lisboa. Les abrazó y se despidió de ellos, de su naturaleza, porque sabía que se iba a Lisboa a morir".
José Saramago



Me hizo muy feliz este regalo de Manuel que me hizo pensar en todos los sabios humildes que sin hacerse apenas notar tanto bien aportan al resto de la humanidad.
Te animo a que disfrutes de su cofre de tesoros ; sólo tienes que pinchar aquí

11 comentarios:

LaMar dijo...

Siempre el gran Saramago...

Es un tesoro encontrar a aquellos que nos mueven por dentro, a aquellos que nos hacen vivir, recordar, que nos llevan por caminos que nunca imaginamos.

Saludos

AnyGlo dijo...

No conocía esas palabras de Saramago y me han encantado!!! Sobre todo porqueme encanta salir al campo y abrazar árboles.

Un saludito!!!

Anónimo dijo...

Son muchas las veces que los grandes hombres, y los grandes Genios pasan desapercibidos.
De hecho las personas de corazón puro y que aportan algo a la sociedad prefieren pasar como la brisa, dejando un suave y fresco sentimiento de gratificación, pero sin llegar a parecer importantes.

Gran Saramago!

Fernanda Irene dijo...

Entre mis libros favoritos están dos de Saramago, Ensayo sobre la ceguera, maravilloso libro que recomiento a todos, y El Evangelio según Jesucristo, una versión interesantísima de la vida de Jesús escrita magistralmente.

Besos

Irene

Anónimo dijo...

Hay muchos pensamientos brillantes dentro de los sabios humildes :)
Que hermosa manera de reconocerlos.
Me gustó este post

Un abrazo con mucho cariño

jessica vega dijo...

que maneira mais bela de falar da grandeza do seu pai ...
que sublime
saramago!

ZULMA dijo...

Amigo Gorrión: Perfectas las palabras de Saramago... La educación de las cosas (además de los maestros formales que hallamos en las escuelas y de los informales, aquellos que nos cruzamos en diferentes momentos de la vida ) ...El aprendizaje depende de esa relación que establecemos activamente con las cosas, en soledad...
El contacto de nuestros sentidos con una piedra, el mar, el viento,etc etc etc...Yo, como docente ayudo , de algún modo a mirar...pero es esencial que los seres estemos en contacto con los onjetos de estudio.
Mi padre (quien tiene sólo la educación primaria básica debido a que su familia de origen era más que pobre) sabe mucho de geografía e historia debido a que trabajó mucho tiempo viajando por el país...Me hiciste acordar de él, querido Gorrión...

Nocturna dijo...

Reconocer lo inmenso en los pequeños detalles, como lo hace Saramago, es realmente admirable!
Integridad humana, le llamo yo...

Anónimo dijo...

" Lo fácil que es confundir cultura con erudición. La cultura en realidad no depende de la acumulación de conocimientos incluso en varias materias, sino del orden que estos conocimientos guardan en nuestra memoria y de la presencia de estos conocimientos en nuestro comportamiento. Los conocimientos de un hombre culto pueden no ser muy numerosos, pero son armónicos, coherentes y, sobre todo, están relacionados entre sí. En el erudito, los conocimientos parecen almacenarse en tabiques separados. En el culto se distribuyen de acuerdo a un orden interior que permite su canje y su fructificación. Sus lecturas, sus experiencias se encuentran en fermentación y engendran contínuamente nueva riqueza: es como el hombre que abre una cuenta con interés. El erudito como el avaro, guarda su patrimonio en una media, en donde sólo cabe el enmohecimiento y la repetición. En el primer caso el conocimiento engendra el conocimiento. En el segundo el conocimiento se añade al conocimiento.

Un hombre que conoce al dedillo todo el teatro de Beaumarchais es un erudito, pero culto es aquel que habiendo sólo leído Las Bodas de Fígaro se da cuenta de la relación que existe entre esta obra y la Revolución Francesa o entre su autor y los intelectuales de nuestra época.

Por eso mismo, el componente de una tribu primitiva que posee el mundo en diez nociones básicas es más culto que el especialista en arte sacro bizantino que no sabe freír un par de huevos. "

Julio Ramón Ribeyro
en "Prosas apátridas"

A.Tapadinhas dijo...

Saramago é um conhecedor da natureza... humana. As árvores morrem de pé... e se morrem também saberão amar...
Abraço sem palavras.
António

Anónimo dijo...

Hay un libro entrañable que recordé al leer este texto. Se titula "La sonrisa etrusca" es de Jose Luis Sampedro