"La rendición de Breda " - pintado antes de 1635
Museo del Prado ( Madrid )

Una gélida mañana madrileña de febrero, de cielo claro y horizonte azul, con la sierra de Guadarrama nevada al fondo, Diego Velázquez se dirige al Palacio del Buen Retiro en compañía de su discípulo y yerno, Juan, para contemplar, una vez más, su Salón de Reinos.
—Maestro —le dice Juan a su suegro—, qué asombroso quedó el salón, aunque permítame que le comente algo que siempre me ha intrigado. Cuando observo todos los cuadros que hacen alusión a las victorias de las tropas españolas de nuestro rey Felipe, y las comparo con la Rendición de Breda, me resulta extraña esa complacencia entre el vencido Justino de Nassau y el victorioso Ambrosio Spinola. Frente a los otros lienzos, aquí...
—No sigas, Juan, que ya te entiendo —le interrumpe el maestro—. ¿Esperabas acaso que pintase generales a caballo y altivos, prisioneros encadenados o muertos, o aldeas arrasadas? No he querido mostrar al vencedor por su capacidad de destrucción, sino por su respeto y magnanimidad hacia el vencido, cualidades que sólo tienen los grandes hombres, porque ellos, y sólo ellos, pueden y saben comportarse así.
—Maestro —le dice Juan a su suegro—, qué asombroso quedó el salón, aunque permítame que le comente algo que siempre me ha intrigado. Cuando observo todos los cuadros que hacen alusión a las victorias de las tropas españolas de nuestro rey Felipe, y las comparo con la Rendición de Breda, me resulta extraña esa complacencia entre el vencido Justino de Nassau y el victorioso Ambrosio Spinola. Frente a los otros lienzos, aquí...
—No sigas, Juan, que ya te entiendo —le interrumpe el maestro—. ¿Esperabas acaso que pintase generales a caballo y altivos, prisioneros encadenados o muertos, o aldeas arrasadas? No he querido mostrar al vencedor por su capacidad de destrucción, sino por su respeto y magnanimidad hacia el vencido, cualidades que sólo tienen los grandes hombres, porque ellos, y sólo ellos, pueden y saben comportarse así.
2 comentarios:
Quase me escapava "La rendición de Breda" que eu já vi "pessoalmente". Velásquez, que eu comecei a admirar por causa de "A FAMÍLIA DE FILIPE", ou como é mais conhecido "AS MENINAS", não sei se sabes, era filho de um advogado de ascendência portuguesa. As palavras do maestro sobre os vencidos são grandiosas. Como esta frase de Cervantes(desculpa vai em português): "A guerra, assim como é madrasta dos cobardes, é mãe dos corajosos". Abraço amigo.
Querido sabio de Lusitania....qué hermoso se lee la frase de Cervantes...... "A guerra, assim como é madrasta dos cobardes, é mãe dos corajosos" , en la lengua de la vieja y bella Portugal.Gracias por poner tu energía en forma de comentarios, logras que el bosque del árbol que habla tenga aún más color.Un fuerte abrazo!
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