ALMENDRAS GARRAPIÑADAS
ingredientes :
1 vaso de azúcar ,1 vaso de agua ,zumo de limón,1 vaso de almendras sin piel
Preparación :
Se pone al fuego el vaso de agua con un chorrito de limón y el azúcar ( también se le puede añadir un poco de canela). Se deja hasta que rompa el hervor ; se deja hervir a fuego lento cinco o seis minutos.
A continuación se añaden las almendras y se va dando vueltas con una cuchara de madera sin parar. El azúcar poco a poco se irá poniendo tostado, el fuego debe ser lento para que no se quemen las almendras. El azúcar pasara por sus distintas fases hasta que cristaliza sobre las almendras.
Se echan sobre una superficie de marmol o piedra hasta que enfríen.
Se pone al fuego el vaso de agua con un chorrito de limón y el azúcar ( también se le puede añadir un poco de canela). Se deja hasta que rompa el hervor ; se deja hervir a fuego lento cinco o seis minutos.
A continuación se añaden las almendras y se va dando vueltas con una cuchara de madera sin parar. El azúcar poco a poco se irá poniendo tostado, el fuego debe ser lento para que no se quemen las almendras. El azúcar pasara por sus distintas fases hasta que cristaliza sobre las almendras.
Se echan sobre una superficie de marmol o piedra hasta que enfríen.
Este mismo punto de azúcar también se le puede dar a otros frutos secos o a otra fruta como la manzana.
2 comentarios:
Que delicia para el paladar!!
"Un buen cocinero lleva a cabo su trabajo con el mismo cuidado y afecto que una madre cariñosa o como un alquimista que estuviera destilando de unas hierbas desconocidas el elixir de la inmortalidad. La preparación debe ser tan deliciosa y divertida como el banquete, si es que este último debe ser merecedor de este nombre. Porque, en definitiva, el cocinero es un sacerdote que ofrece sacrificios y la cocina es su altar. Debe procederse con la misma devoción y atención que exige la ejecución de un rito mágico, o, si lo preferís, con el mismo fervor con que actuaríais al tratar de satisfacer a una mujer espléndida, o al intentar obtener la mejor nota de un instrumento musical exquisito."
Alan Watts
en “El Gran Mandala".
Ensayos sobre la materialidad.
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