Un acróbata y su aprendiz iban de pueblo en pueblo exhibiéndo sus equilibrios.Un día prepararon un número especial.El mayor colocaba sobre sus hombros una larga pértiga y el joven tenía que trepar por ella hasta quedarse suspendido al final con una mano.El acróbata le dijo a su aprendiz:
-Amiguito, para no tener ningún accidente, cuando estemos haciendo el número tú debes estar muy pendiente de mí y yo muy pendiente de tí.
Pero el joven le rectificó:
-No, maestro, así tendríamos , antes o después un accidente.Para evitarlo debemos estar tú muy atento a tí y yo muy atento a mí.
miércoles, 26 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario